Vydáno dne 25.10.2012
Krátká jednoduchá povídka pro začínající čtenáře pojednávající
o neukojitelném muži a jeho lásce k hroznům.
En Extremadura vivía un hombre. El hombre era rico. Era muy rico. Tenía casas y viñas, vacas y ovejas, caballos y cerdos. Las casas eran grandes y nuevas. Las viñas tenían muchas uvas. Las vacas, las ovejas y los cerdos estaban muy gordos. Los caballos eran los más hermosos de Extremadura.
El hombre tenía todavía más. Tenía una buena mujer y buenos hijos. Tenía todo lo que podía desear; pero el hombre no estaba satisfecho. No estaba satisfecho con Dios ni con su mujer ni con sus hijos. Tampoco estaba satisfecho del tiempo.
Cuando hacía frío decía: --Hace frío; este tiempo no es bueno para mis viñas.
Cuando llovía, exclamaba: --Llueve demasiado; el tiempo está muy húmedo. Debemos tener sol.
Cuando hacía sol, tampoco estaba satisfecho. Hoy hacía mucho frío, mañana mucho calor; ora el tiempo era muy húmedo, ora muy seco.
Un día entró en su viña. Allí estaban las hermosas uvas.Tenía más uvas que todas las otras personas de Extremadura; pero no estaba satisfecho. --Estas uvas son muy pequeñas --dijo. --Hace mal tiempo; hace mucho frío. No hace bastante calor.
En este momento se presentó en la viña un hombre alto y hermoso. Este hombre dijo: --Nunca está Vd. satisfecho del tiempo. Siempre hace frío o calor, es muy húmedo o muy seco. ¿Puede Vd. hacer un tiempo mejor? --Sí, --respondió el hombre rico, --yo puedo hacer mejor tiempo. --Pues bien, --dijo el extranjero, --el año que viene debe Vd. hacer el tiempo para sus viñas.
Entonces el extranjero desapareció.
El año próximo llegó. Era el mes de marzo. --Quiero nieve, --dijo el hombre rico. Entonces empezó a nevar. Llegó el mes de abril. --Ahora quiero lluvia, --dijo el hombre rico. Entonces empezó a llover. --Muy bien, --dijo el hombre, --pero ahora quiero un tiempo caluroso. Entonces hacía sol y el hombre estaba satisfecho con sus viñas y con el tiempo.
Así el hombre hacía el tiempo todo el verano. Llovía cuando quería y hacía sol cuando quería. Tenía en la viña muchas hermosas uvas. Entonces dijo: --Mis uvas son las más hermosas de Extremadura. Nunca he visto uvas tan hermosas.
Al fin llegó el otoño y empezó la vendimia. El hombre cogió algunas uvas pero eran ácidas como el vinagre. Nunca había visto uvas tan agrias. En este momento llegó el extranjero. --Este año, --dijo --hace Vd. el tiempo. ¿Cómo encuentra las uvas? --Malas, muy malas, --respondió el hombre rico, --son ácidas como el vinagre.
Entonces dijo el extranjero, --Ya lo comprendo. Vd. ha dado a la viña nieve, lluvia, sol, calor y frío, pero ha olvidado el viento.